Pero descifremos el enigma.
La misma expresión coliving nos da algunas pistas de su significado. Es la suma del prefijo “co” (juntos) y “living” (vivir). O, en otras palabras, significa vivir rodeado de todas las comodidades propias de un hotel en un piso compartido. En el precio, además se incluyen todos los suministros, desde el agua a Netflix y la limpieza de zonas comunes.
Aunque lo que más seduce a quienes lo han probado es la flexibilidad que aporta el modelo de contrato. Flexibilidad de la buena: absoluta. ¿Quieres probar a vivir un par de meses en Málaga? ¿Y otro medio año en Sevilla? El coliving está hecho a tu medida. No estás sujeto a cumplir largas estancias mínimas. Los tiempos los marcas tú y tus circunstancias, sin ataduras.
Es una fórmula que lleva años funcionando en Europa y Estados Unidos. Fue precisamente en Silicon Valley, la cuna de miles de startups y grandes compañías tecnológicas, donde empezó a cocerse a fuego lento esta tendencia. Florecieron edificios donde “co-livers” compartían viviendas bonitas a un precio razonable.
Boom! Surgió la magia. Personas con intereses comunes y ritmos de vida similares se vieron conviviendo en un mismo espacio. Y de ahí surgieron grandes ideas.
Los compañeros (colivers) de piso con los que convives tienen mucho en común contigo.
Esa es una gran pregunta. En la habitación de al lado, encuentras a un compañero que comparte tus mismas aficiones o le mueven las mismas inquietudes. Os movéis por los mismos círculos.
Por ejemplo, imagina el “match” que se puede formar entre un diseñador gráfico y un diseñador web teletrabajando en la misma casa. Saltan chispas creativas.
Además, si te acabas de mudar a una ciudad como Málaga, ¿se te ocurre mejor lugar para conocer tus primeras amistades que en tu propia casa? Es un buen punto de partida. Habrá alguien que te guíe los primeros días y que mitigue los efectos de la morriña.
Para que la experiencia sea positiva, en Nordik Coliving, hemos creado nuestro propio “algoritmo” para que los inquilinos de cada piso conecten de manera genuina (por su edad, por su trabajo, por su forma de vivir y lo que buscan).
El concepto coliving abarca más que la idea de alquilar de manera flexible y asequible. Es una manera diferente de formar parte de una comunidad pero sin prescindir de un cómodo espacio personal.
Si la idea te empieza a sonar bien, ¿Cómo sabes si el coliving es lo que necesitas para independizarte o cambiar de ciudad?
1. Empezamos por uno de los factores más decisivos: un precio asequible. El alquiler de tu habitación incluye todos los suministros (agua, luz, Internet y gas) y la limpieza de las zonas comunes. Sabes con antelación cuánto vas a pagar. Sin sorpresas a final de mes, y a mejor precio que un apartamento convencional.
2. Está pensado para nómadas digitales o para quienes quieren probar la experiencia de independizarse. Que el contrato que firmes sea flexible, te permite respirar con tranquilidad. Puedes estar un par de meses y si no te gusta, marcharte o mudarte a otra ciudad. Sin ataduras.
3. Da un poco de “vértigo” verse solo en un lugar nuevo. De repente, abandonas la comodidad de un hogar y pisas “tierra desconocida”. Pero no vas a estar solo. Tendrás un punto de encuentro con gente afín a ti.
4. Puedes ver las instalaciones de Nordik Coliving Trinidad para tener un primer contacto con el tipo de dormitorios que se suelen ofrecer en un coliving. Se premian los dormitorios dobles, con suficientes metros para sentirte holgado. La decoración moderna es la norma.
Como añadido, nosotros hemos incorporado puertas de seguridad con clave en cada habitación y nuestro estilo Nordiko. A tu espacio solo tendrás acceso tú
5. Tú eres el dueño de tus actos. Firmas un contrato individual con tu coliving. Si un compañero deja de pagar, las consecuencias no repercutirán en ti.
6. ¡El algodón no engaña! Se nota mucho la diferencia entre una casa limpia y una con menor mantenimiento. El ambiente cambia. El número de tareas domésticas en un coliving se reduce, pues proporcionan un servicio de limpieza en las zonas comunes periódicamente.
Y sigue, sigue, y sigue… La lista de razones por las que sí mudarte a un coliving es muy larga. A la hora de cambiar de ciudad o independizarte, se ha añadido al tablero de juego otra alternativa más de alquiler a considerar.
Si has leído hasta aquí y te has quedado con las ganas de probar la experiencia, es que tienes ADN Coliver. ¿Por qué detenerte ahora?
Rellena nuestro formulario para conocerte mejor y te encontraremos unos compañeros con los que harás «Perfect Match».
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